Treinta y un años separan la dictadura civil-militar en Uruguay y la llegada a los cines del film “Migas de Pan”. El film cuenta la historia de Liliana, una mujer uruguaya que fue apresada y torturada por los militares y tiene que enfrentar sus recuerdos 30 años después. En el film, luego de volver a su hogar Liliana se transforma en el centro de un debate nacional sobre la memoria y la justicia.
La dictadura militar uruguaya duró 12 años (desde 1973 a 1985). El régimen encerró a más de 300 prisioneros políticos, incluyendo 55 mujeres de acuerdo con el informe: Uruguay Nunca Más. El movimiento de resistencia que se formó y creció durante ese tiempo se basó en muchas mujeres líderes. Cuando hoy día la historia se cuenta, sin embargo, sus roles no son considerados, generalmente se minimizan a favor de las narrativas sobre los hombres.
Así como el personaje principal de su película, la directora Manane Rodríguez también huyó de la dictadura en Uruguay en la década de 1970. Ella ha realizado varios cortometrajes basados en las obras del poeta Mario Benedetti.
Manane dijo a Global Voices: “Desde el comienzo quise ver a este film ayudar a remover el silencio que cubre nuestro pasado reciente y sacando a las mujeres de las sombras”. Su film entró en la quinta semana en cartelera atrayendo a una gran audiencia de personas que dicen identificarse con la historia.
Manane dice que lo único que importa es que los espectadores salgan del cine compartiendo un solo pensamiento: “Nunca más”.
La actriz Justina Bustos, quien tiene el rol de la versión joven de Liliana, el personaje principal. Foto: archivo personal de Manane Rodríguez; uso autorizado.
Global Voices: ¿Qué la inspiró a hacer un film sobre las mujeres y el periodo de la dictadura? ¿Cuán diferentes cree que eran las experiencias femeninas de ese entonces a las de los hombres?
Manane Rodríguez: Lo que me estimuló fue hacer de esta película una denuncia. Un grupo de unos 30 ex presas políticas que acusó a un gran grupo de militares de abusar de ellas sexualmente de forma sistemática. El caso aún está descansando en el cajón de algún tribunal. Ese grupo de mujeres, que tenían poco mas de 20 años de edad, además de haber sido torturadas por métodos tradicionales también fueron violadas por sus verdugos. Luego de 30 años de silencio decidieron hablar sobre ello. Rompieron así el tabú de gran alcance que impide mencionar ciertos temas y romper este silencio enfermizo que, de alguna manera, las culpa por haber sido víctimas.
GV: ¿Qué ha aprendido sobre la relación entre las mujeres en situación de prisión como esta?
Manane: Ivonne Trías, quien es escritora y periodista y que fue igualmente encarcelada por varios años en la Penitenciaría de Punta de Rieles, escribió que con la sabiduría de sus 20 años estableció una línea roja: desde la red al interior -nosotras; de la red hacia afuera -ellos. Con esos parámetros resistieron todas unidas al proyecto de destrucción física y moral [que los militares] habían planificado para ellas. Se protegieron entre si. Estudiaron, compartieron conocimientos. Mantuvieron sus mentes activas y resistieron a muchas obligaciones que les impusieron. Y así han continuado, sin renunciar a sus propias convicciones, la mayoría de ellas vivas y con una voluntad de por vida.
GV: ¿Quien fue la inspiración real detrás de Liliana?
Manane: El personaje principal está basado en las historias de muchas mujeres y no de solo una. Ella es un personaje de ficción que, de alguna manera, concentra muchas situaciones que muchas mujeres que estaban presas en la prisión de máxima seguridad de la dictadura uruguaya tuvieron que enfrentar.
La actriz argentina Cecilia Roth, en el rol de Liliana, volviendo a Uruguay 30 años después. Foto: Archivo personal de Manane Rodríguez; foto usada con su autorización.
GV: Hace un par de años se abrió un debate en Uruguay, sobre si los tupamaros (el grupo guerrillero que combatió la dictadura llamado MLN – Movimiento de Liberación Nacional) eran sexistas o no. Pero incluso dentro del MLN, había mujeres liderando grupos y ellas articulaban muchas huidas como la legendaria de Punta Carretas. ¿Por qué hay tan pocas historias sobre el periodo de la dictadura -en films o en la literatura- relatadas desde una perspectiva de género?
Manane: No reconozco al MLN como los máximos combatientes de la libertad en Uruguay. Y en lo que se refiere a hoy día, pienso que el sexismo es tan fuerte como en cualquier otro país del mundo. Además del espectáculo detrás de algunas de las acciones del MLN, en Uruguay también hubo otras organizaciones sociales (sindicatos, estudiantes y vecinos) y partidos políticos que combatieron la dictadura cuando llegó, pero incluso antes de eso [ellos combatieron] contra las medidas reaccionarias adoptadas por el gobierno derechista.
En Uruguay, no solo no se cuenta la historia desde un punto de vista femenino sino que actualmente hay muy poca narrativa sobre este periodo en conjunto. Las denuncias siguen durmiendo en algunos en los cajones de algún tribunal, los jueces que investigaron los crímenes contra la humanidad son frecuentemente dejados de lado. Hay un cierto tipo de silencio oficial -apoyado por ciertos bien conocidos miembros del MLN, que están ocupando posiciones gubernamentales durante los últimos 11 años- lo que hace realmente difícil tener un NUNCA MÁS con la verdad, la memoria y la justicia.
GV: Actualmente usted vive en España a donde llegó escapando de la dictadura en Uruguay. ¿Cómo fue su experiencia personal con el régimen militar? ¿Usted fue perseguida?
Manane: Era una estudiante cuando el presidente electo y los militares dieron el golpe y cancelaron todas las garantías constitucionales. Todos los partidos políticos, asociaciones, organizaciones de estudiantes fueron considerados ilegales. Muchísima gente fue arrestada y mucha gente fue víctima de represión. Pero recuerdo más bien la resistencia que tuvimos desde las primeras horas: la huelga general convocada por la central de sindicatos y la gran protesta que se llevó a cabo 15 días después. Es la más grande que he visto en mi vida desarrollada en Uruguay. Después de eso vino la represión y fui perseguida con mis amigos (…). Estuve en Argentina antes de trasladarme a España. También hubo un golpe de estado allí por lo que sabemos, peor que el ocurrido en Uruguay.
En el film, Liliana Pereira es arrestada, junto con un grupo de 30 mujeres en Punta de Rieles. La historia se inspiró en los varios presos políticos detenidos por la dictadura en esta prisión. Foto: Archivo personal de Manane Rodríguez, usado con su autorización.
GV: Este no es su primer film sobre el tema de la dictadura. ¿Qué es lo que la ha motivado a hablar sobre algo que permanece como una herida abierta en América Latina?
Manane: Mis films no hablan de la dictadura. Algunos tienen este contexto, pero en realidad están hablando de las marcas dejadas en algunos personajes. “Los Pasos Perdidos” (Missing Steps) es la historia de una joven que descubre, debido a una solicitud de la corte, que quienes ella creía eran sus padres no lo eran y que detrás de este secreto está la dictadura y sus crímenes. “Memorias Rotas” (Broken Memories), un documental, habla de un pueblo conservado en un couplet cantado por mucho tiempo de puerta en puerta, la historia de un grupo de anarquistas asesinados mientras trataban de abandonar Asturias, tomada por la armada del General Franco. Y “Migas de Pan” (Breadcrumbles) cuenta la historia de un grupo de mujeres que nunca se rinden y que resisten a los planes de destrucción que los represores tienen para ellas, al tiempo que las muestra hoy con vida, resistentes y felices enfrentando nuevas batallas.
GV: Una encuesta de la ONG Latinobarómetro ha revelado que el apoyo a los gobiernos democráticos en América Latina ha disminuido por un cuarto año consecutivo. En Brasil, las personas que protestaban contra Dilma Rousseff, con frecuencia llevaban pancartas pidiendo una intervención militar. ¿Qué piensa usted sobre este fenómeno que se está produciedo en el continente recientemente?
Manane: Es un desastre. Es una tragedia para el pueblo, si eres o no consciente de ello. Los medios de comunicación tienen un enorme poder y han llevado a muchísimas personas a creer que la situación a donde los gobiernos progresistas les han llevado es un statu quo que no se puede cambiar. Pero eso no es cierto. Se están tomado todas las políticas sociales creadas por los gobiernos que están teniendo éxito poniendo afuera mucha gente… Habrá mas pobreza, inseguridad, una deuda externa mayor. Esto es un desastre que nos debe llevar a reflexionar sobre su significado.